Pasé semanas pensando en
escribir sobre ti, no me decidía pero el insomnio me ha brindado su ayuda desinteresada…
Después de cuatro años te
observé por primera vez, en todo ese tiempo coincidiendo en el mismo espacio
nunca me percaté de tu presencia aunque te había visto muchas veces; sentado en
aquel escritorio aislado por el que paso casi cada día.
Esa mañana descubrí tu
mirada melancólica, la poca expresividad de tu rostro que apenas se modifica
cuando esbozas esa tímida sonrisa que ha aparecido ante algún pequeño tonteo de
mi parte o cuando charlas con tus compañeros a la hora del desayuno. Me fijé
también en tu piel pálida y la estética enfermiza que la alergia te provoca, que
junto con tu caminar un tanto desgarbado y esa actitud aparentemente pasiva,
conforman un atrayente cuadro bizarro que detonó un click de conexión entre
mi cabeza y estómago pasando muy cerca, casi rozando, al corazón.
![]() |
Miguel pires da Rosa (flickr) |
ay! no sé si se va a publicar mi comentario anterior. Te decía que me ha encantado y que después de lleerlo me ha recordado una frase de Jodorowsky que dice más o menos: "No quiero que me ames, quiero que ames, los incendios no tienen dueño." La cosa va bien, amiguita :)
ResponderEliminarGraciaaas Lau!! Momentos que dan salsa a la vida jejeje :)
Eliminar